LA CIRCULACION
En todas las grandes ciudades del mundo existen las “horas punta”. En ellas solo circulan los desdichados ciudadanos que no disponen a otro medio de locomocion para acudir a su trabajo, los inconscientes y los masoquistas. El resto de los mortales motorizados esperan a que pasen esas horas de aglomeracion para sacar su automovil.
En los grandes ciudades solo con mucha fantasia o por la fuerza de la costumbre se puede llamar circulacion a esto: arrancar y frenar. Las calles parecen rios atascados por millares y millares de humeantes latas de conserva de todos los colores. Usted puede tardar menos tiempo en llegar de Munich a Madrid en avion que en recorrer durante el dia un trayecto de diez kilometros por la ciudad. Usted tiene bastante tiempo de entablar intima amistad con el conductor a la derecha y caomentar la situacion politica, el futbol y las multas. Es usted un prisionero de su propio coche, siente nauseas y dolor de cabeza. Esta maltratado por los bocinazos de conductores impacientes y por la radiocasette a todo volumen de unos jovenes. En el cruze un policia municipal pita furiosamente a un lado y a otro.
Tiene que tener nervios de acero. Sobre todo buscar aparcamiento es un tormento chino. Todas loas aceras estan llenas de choches, los automoviles estan estacionados en doble o triple fila y en prohibicion absoluta de aparcar. No hay huecos libres, como en todas las grandes ciudades existe el problema de la circulacion y del estacionamiento. Asi en algunas ciudades el Aguntamiento exige una especie de “peaje” a los automivilistas que quieran circular por la ciudad. El conductor que sea pescado sin dicha tarjeta tine que pagar una multa de aproximadamente 160 marcos. Hay otro ejemplo para solvar el problema del trafico en Atenas: Ll policia permita la circulacion los dias pares a los coches con matricula que termine en numero par y los dias impares a los otros.